Volver

Tiempo a solas con Dios

¿Hoy necesitamos Señales Para Creer?

sábado, 6 de diciembre de 2025

18 Pero Jesús conocía sus malas intenciones. —¡Hipócritas!—dijo—. ¿Por qué intentan atraparme? 19 Veamos, muéstrenme la moneda que se usa para el impuesto. Cuando le entregaron una moneda romana, 20 les preguntó: —¿A quién pertenecen la imagen y el título grabados en la moneda? 21 —Al César—contestaron. —Bien—dijo—, entonces den al César lo que pertenece al César y den a Dios lo que pertenece a Dios. 22 Su respuesta los dejó asombrados, y se marcharon.

Estimado lector

En varias ocasiones, los escribas y fariseos, con intenciones de poner a prueba la autoridad de Jesús, solicitaron una “señal” que validara su identidad y mensaje. La respuesta de Jesús se apoyó en las Escrituras del Antiguo Testamento, haciendo referencia a dos relatos y a sus protagonistas: Jonás y Salomón. Ambos ejemplos señalan una verdad fundamental: aun en medio de la maldad y la incredulidad, el camino hacia la restauración siempre pasa por el arrepentimiento. Jonás, un hombre común que inicialmente se resistió a su misión, llevó finalmente a los habitantes de Nínive al arrepentimiento mediante su predicación. Salomón, dotado de gran sabiduría y autoridad, fue buscado por la reina del Sur, quien emprendió un largo viaje para escuchar su enseñanza. Jesús se presentó como alguien “más grande” que Jonás y que Salomón. Su mensaje de arrepentimiento y salvación es superior al de Jonás, y su sabiduría, de origen divino y con un reino eterno, trasciende toda sabiduría humana. La afirmación de que Jesús es “más grande” no se limita a Jonás y Salomón; también supera a Moisés, a Elías, a los ángeles y a todo mensajero previo. Rechazar su mensaje equivale a rechazar la mayor revelación de Dios y la esperanza más profunda ofrecida a la humanidad.

Lleva la Palabra a tu día

Pregúntale al Señor cómo puedes vivir esto hoy: en tu trabajo, en tu familia, en tu forma de servir y amar.

Guía diaria

4 pasos para tu tiempo con Dios

1

Paso 1

Prepárate para escuchar a Dios

Invita en oración la presencia de Dios y pídele que su verdad te sea revelada antes de leer.

  • Respira profundo y aquieta tu mente.
  • Pide que la lectura te muestre a Jesús y su voluntad.
2

Paso 2

Lee y reflexiona en la Palabra

Lee despacio y en voz alta si puedes, dejando que el Espíritu Santo subraye lo que necesitas hoy.

  • ¿Qué te muestra este pasaje sobre quién es Dios?
  • ¿Qué te dice sobre tus actitudes o decisiones?
  • ¿Hay un ejemplo que seguir o evitar?
3

Paso 3

Responde en oración

Habla con Dios sobre lo que viste.

  • Pide perdón y recibe su gracia.
  • Da gracias por sus promesas y cuidado.
  • Presenta tus necesidades y las de otros.
4

Paso 4

Aplica y registra

Anota lo que Dios te habló y un paso concreto para hoy.

  • ¿Qué le habló Dios?
  • ¿Qué cambiará en tu perspectiva?
  • ¿Cómo lo aplicarás en tu día a día?

Preguntas que ayudan

Usa estas preguntas mientras lees para ir más profundo.

  • ¿Quién es Dios aquí? ¿Qué hace o promete?
  • ¿Hay un pecado que confesar o una actitud que ajustar?
  • ¿Qué mandamiento debo obedecer hoy?
  • ¿Qué promesa puedo abrazar en este momento?
  • ¿Qué ejemplo me invita a seguir o evitar?

Registra lo que Dios te habló

Guarda tus notas en un cuaderno o en tu app favorita. Eso hará que puedas volver a ellas y compartirlas con alguien más.

Devocionales recientes